jueves, 11 de noviembre de 2010

Resbalan palabras por mi boca
si me tocas.
Ruidosa pelea de lluvia y cristal.
Incesante. Nunca sé cuando voy a parar.
Acojona fingir ser valiente.

Última hora de la crecida del río
en mis oídos.

Un tornado de nubes envuelve la luna.
Oscuridad. Desaparecer entre tus brazos.
Perderme la cena.

Me quedo quieta mientras lanzas
un par de respuestas.

Deja de existir el tiempo perdido.
Ciencia exacta. Sumo horas a la noche.
Y despertar a tu lado.

viernes, 22 de octubre de 2010

Tantas cosas por olvidar.
¿Olvidaré olvidarlas? Recuérdamelo.

Palabras. Palabras. Palabras.
Necesito palabras para todo.

Notas en las manos.
¿Notas las mías? Están tan frías.

No se me ocurre una puta forma de decir esto.
Definir. Saber. Responder.
Y no contestar.

Pies de plomo.
¿Un paso más? De puntillas.

domingo, 17 de octubre de 2010

El más insinificante de los latidos.
Se cuela bajo mi edredón.
Atmósfera de arrepentimientos.
Cierra esta boca. Se acabaron los reproches.

Todo y nada miden lo mismo.
Jamás he tenido, ni tendré, ninguno de los dos.

Me salgo de las líneas.
Están para saltárselas.
Calla si sólo puedes empeorarlo.
Un sólo detalle. Un mínimo interés.

Se acabaron los puntos seguidos.
Nunca se ha podido, ni se podrá, vivir de las ilusiones.

lunes, 4 de octubre de 2010

Como un fotógrafo profesional.
Ahora o nunca.

Ahora no es el momento. Nunca lo sería.
Y tan importante el uno como el otro.

Mentes en espejos. No se reflejan.
Tuyo, mío. Nuestro.
¿Cuál es la diferencia? El resto.

Lugares, personas. Sorpresas.
Aún con fecha caducada.

Nunca paras de sonreir. Dicen.
No volverán aquellos días.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Vivir en paréntesis.
Como los primeros capítulos de una última temporada.
Punto y final en menos de tres semanas.

Atar cabos sueltos.
Mejor enterrarlos bajo nuevas experiencias y nuevas caras.
Aprender hasta que me olvide de quien soy.

Una nueva identidad.
Enfrentarme a mis miedos, cumplir otros sueños.
Empezar de uno desde mi misma.

Antes de las despedidas.
Se desvanecen todas esas siluetas en la niebla.
Aquí debería pararse el tiempo.

lunes, 19 de julio de 2010

Tengo tanto frío.
Ardo de ganas de sentir.
Escribir sobre no poder escribir.
Un vacío de líneas inacabadas. Diciendo nada.
Si nada siento.
Nada. Nada y nada.
Palabras que niegan su propio significado. Dejan de existir si no las recuerdas.
Soplas. Dónde quedaron las hojas caídas.
Soy tantas personas. Un poco de ti y otro de allí.
Todo lo malo. Los vicios, las penas.
No soporto el sufrimiento.
Desbordo empatía.
Sonrisas. Desgarran las mejillas.
Demasiados desengaños.
Todo cambia.
El pasado lo construimos a nuestro antojo.
Cielo. Agua. Líneas. Sombras.
Miedo. Pozo negro.
Me resbalo.

lunes, 24 de mayo de 2010

Me cuelo por tu cerradura.
El aire entra y se escapa aunque cierres con llave.

Ya sabes a qué huele. A pimienta.
Estornudas. Salgo y vuelvo a entrar.

Balancín perfecto. Pecho con pecho.
No sé qué latido es mio y cuál es nuestro.

Me anudo a tu espalda. Pasión de hielo.
Sigue el ritmo con tus dedos.

Abro los ojos. No te veo.
De nuevo ha sido sólo un sueño.

jueves, 20 de mayo de 2010

Todo lo viejo ha sido nuevo.
He oído tantas veces esos acordes. Diez segundos y empieza a cantar.
Un tío más. Pronto me canso.
Me confundo. Se parecen tanto... ya no sé si estoy hablando de música o de amores viajeros.
Pasajeros. La misma guitarra. Otro mástil roto.

Maracas. Suenan y me atrapan. Rimas imbéciles para los que buscan un espejo.
Consuelo de tontos. Orgullo de tantos.
Canto. Más alto... con la cabeza a pájaros no se puede volar.
No puedo parar. Flashes ochenteros.
Me aburren. Rude. Nude. No quiero más.

martes, 18 de mayo de 2010

Mentiras.
Sinceridad, hipocresía. Dilemas.

El hipotálamo a punto de estallar. Sembrar y recoger. Saturar. Romper.

Contenerse. Gritar sin eco. Ahogarse en la almohada cada noche.
Hace mucho tiempo dijiste: "mañana". Hoy es todo lo que queda.

Crece el miedo. Incertidumbre. Jugar para perder, participar es un sueño.
Despertar. Un puto oído que entienda.

Sobrao de odios, rencores. Guerra interior.
Susurrar, lamer, morder. Al último que pase.

Sacar esta mierda, esta tristeza. En algún sitio habrá alguien que merezca la pena.

domingo, 2 de mayo de 2010

Te prometo un nuevo día cada noche.
Me cansa cada intento.
Nos desbordan los encuentros. Los recuerdos.

Me he caido tantas veces como he salido corriendo.
Te lanzo desde cualquier esquina.
Nos sentimos parte de la calle. Todo vale.

Te entretengo para no pensar.
Me quemo si te veo.
Nos destroza el tiempo. Los sueños.

Me, te, nos; pierdo, pierdes, perdemos.
Viceversa inversa comiéndome la cabeza.

lunes, 19 de abril de 2010

Escucha, no tengo nada que decirte.
Silencio ensordecedor.
La confianza no da tanto asco.

Créeme, tanto te conozco que podría ser parte de ti.
Me quedo con tu boca.
O con ese hoyuelo al final de tu espalda.

Rellénalo, no imagino una porcelana más fina.
De aquí no nos movemos.
Es tu turno, bebe de mi ombligo.

Arriesga, ganaremos los dos. Sólo por participar.
Una sola noche.
Nunca ha sucedido. Lo hemos olvidado.

viernes, 2 de abril de 2010

Las puertas que cerré. Las que no abrí.
Me buscaba en paredes de cartón-piedra. En charcos que se han secado.

A dónde va el tiempo que perdemos. Debería encontrarlo.
Mataría por un par de minutos. Por volver a ser y a estar.

Para que esperar el final de algo que no va a comenzar. Mejor dejarlo ahora.
No debería empezar algo que no podré acabar. Más normas.

Espacio y tiempo. Personas que me cruzo por la calle.
Se (con)fundirá todo cuando ya no esté aquí. Cuando queme las fotos y los discos.

Sombras detrás de cada línea. De cada punto.
Miedo y deseo por el final. Me duele, pero me gusta.

lunes, 8 de marzo de 2010

Me suenas.
En cada canción. En este sinfín de lluvia.
Incesante.
El sol está castigado. Hoy tampoco sale.
Me persiguen.
Sombras de paraguas. Paredes de ladrillos.
Violento.
Sacudidas sexagesimales. Pajas mentales.
Me canso.
Del efecto rebote. De lo que se me escapa.
Deslizante.
De los labios al ombligo. Sigue lloviendo.
Me asusta.
No saber llegar a casa. No reconocerme.
Opaco.
Sírvame uno de esos. Tengo tantas ganas de probarlo.

martes, 2 de marzo de 2010

Señales de humo.
Mil y una colillas en el suelo.
El corazón destrozado por efectos placebo.

Me prendo.
Cólera que no mata; engorda.
Alimenta el odio, la rabia y las ganas de perderme.

Suelta mi mano.
Sólo soporto a la ginebra.
Sé que ella mentirá a la mañana siguiente.

Arráncame la sonrisa.
Dolerán tanto tus manos en mi boca.
Sí, la incertidumbre acabó volviéndome loca.

martes, 23 de febrero de 2010

Dan un paso por ti y retrocedes tres.
Me tiemblan las manos antes de verte;
en cada resaca.

Escríbeme un nuevo guión.
Soy la protagonista de tus batallas;
títere o marioneta.

Eras director y personaje.
La cobardía ya no quiere cuentas conmigo;
aquí mando yo.

Coleccionas oportunidades perdidas.
He inventado tantos finales felices;
nuevas temporadas.

Silencio. Silencio. Silencio.
Ruedo. Por el suelo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Hay paraiso sin compromiso.
Eso pensaba ayer. Me aburro.
Del mundo en general y de la gente en particular.
No sé si es por la falsedad de los mensajes de cumpleaños, o porque hoy he alcanzado el límite.
Me siento tan sola y no sé si quiero estarlo.
Paso de fingir. No, no quiero estarlo. Nunca he querido. Es tarde para cambiar. Ya son demasiados los años. Pesan tanto las palabras que no escribo, que me va a explotar la cabeza.
Joder, un día más para intentarlo. Todo son trabas. Nunca había escrito esa palabra.
Fiebre, paranoia. Deliro. No soy quien escribe, soy lo que callo.
Llenaría el universo de puntos suspensivos para no decir nada. Tan solo brillarían de noche. El mismo cielo si inclinas la cabeza. También me pesa el cielo.
Maldita canción. Dile a este sentimiento que no me oprima el pecho. Me cuesta bastante respirar siendo un cenicero.
¿Y si muero? No quiero saber lo que me dirían hoy. El silencio es el único que no miente. En él se refugian los cobardes para no mentir.

lunes, 8 de febrero de 2010

Divago.
Me tuerzo, jamás avanzo.

Pienso.
Me siento más y más inútil.

Me levanto. Me siento. En todos los sentidos. En todas direcciones. Voy a oscuras. También por dentro. Corazón de cuero; piel y hueso. Caliente en verano, frío en invierno. Incomodidad. Me sobran tantas cosas. La ropa, las paredes, el cielo que veo por la ventana. Tanta gente. ¿Quién se salva?

Estar sola tampoco me reconforta. No quiero pensar demasiado. Me hago tanto daño. A los demás, aún más. Al negarme a querer al resto, me olvidé de cómo aceptarme. De cómo luchar con esta cabeza loca, repleta de pensamientos incoherentes, falsos. Roedores hambrientos de sesos.

Maslow y su autoestima. Me olvidé de tantas cosas. No recuerdo cuántas, no recuerdo qué, dónde o cuándo. Más me preocupa el cómo y el por qué. Cómo y por qué lo consiguió. Cómo lo hizo. Por qué lo reconozco.

sábado, 30 de enero de 2010

Miro atrás. Izquierda, derecha.
Piso un montón de recuerdos cubiertos de brea.
Tomo un atajo, puentes intracraneales.
Me deslizo. Sigo pegada al suelo.
Realismo versus inconformismo.
Ilusiones que dieron paso a una mente plana.
No veo más allá. Cerrada.
Necesito salir de esta ciudad de piedra.
No me gusta el oro. Siempre tan fría.
Un puñado de días. Falta poco.
Prosopagnosia fingida.
Cristal. Todos miran.
Me sumerjo. Tengo miedo.
Cuando salga, no sabré respirar.

jueves, 28 de enero de 2010

Estás ahí.

En las sombras, en el silencio.
En el sol de las mañanas que no veo, en las noches sin luna.
En los bares más oscuros, en las claras de cerveza.

Cuando me siento pequeña, cuando sueño que me rodeas.
Cuando pienso en mañana, cuando recuerdo ayer.
Cuando me emborracho, cuando aún estoy serena.

Si duermo sola, si estoy acompañada.
Si lloro por otro, si escribo moñadas.
Si lo doy por perdido, si gano en el resto.

No sé como coño echarte. Sé qué te echaría.

viernes, 22 de enero de 2010

Esto es un billete de ida. Tú ya estás de vuelta de todo.
De vuelta, y media copa más.

Tengo una cosa pendiente. Colgarte de un hilo.
Te prometo buena música de fondo.

Mala ostia creciente.
Demasiados días sin dormir.
Demasiadas noches.

Cambiamos números por nombres. Lotería de hombres.
No quiero que me toques.

Sigo en mis siete. Estoy tan convencida.
Te mataría, no me tientes.

Más mentiras.
De lo malo lo peor.
Malo inocente.

Dile que la quieres. Dímelo a mi también.
Díselo a la vecina y a tu abuela.

Lo agradecerán más que yo. A mi me sobra.
La gilipollez. Sí querido.

lunes, 18 de enero de 2010

Le veo. Se dilatan mis pupilas. Me río. Sería gracioso decir que no es lo único que se me dilata en este momento.
Pienso fríamente en quien lee esto. Hace tiempo que perdió el anonimato. Empieza el desencanto. Nunca fui encantadora, ni pretendí serlo. Soy molesta, una mosca cojonera dando por culo.
Decadencia nocturna. Insalubridad diurna. Juegos de palabras no aptos para menores de dieciocho, ni para más de dos jugadores. En mi cabeza.
Si todo lo controlan los putos relojes, no sé donde acaba la obligación y empieza el pasarlo bien. Le faltan horas a la noche. Me sobra enero y necesito un par de julios.
Enloquecer en un concierto. Quitarme la ropa. Rock and ron. Algo de lo de siempre.
Me estoy haciendo vieja. Maldita sea.

domingo, 17 de enero de 2010

Miles de puntos infinitos.
Sombras distorsionadas que se aclaran cuando me acerco.
Me asusto. Me voy tan lejos.

Vuelvo a caer.
Las reglas y las camisas están para romperlas.
Botones. Fronteras.

Hacer y deshacer.
Un vuelco más dentro, encuentro un atajo y salgo huyendo.
No hay destino. Hay camino.

Soy un buen equipo.
"Peor sola que bien acompañada"- dije un día.
Rectifico. Maldita inconformista.

Rozaron el límite.
Todos y cada uno de los que compartieron.
No le voy a buscar. No existe.

viernes, 8 de enero de 2010

No era un día para salir ni para estar en casa.
Era un día para soñar con la noche venidera.
Para uno de esos sueños en los que vuelas, que yo nunca he tenido.
Libertad. Plenitud. Demasiado Freud para un día tan negro.
Tirando a grisáceo. Aceras color grana, donde los necios echan un cigarro sentados en el suelo.
En plan indio. Con o sin pluma.
No sé que tengo, ni que no tengo. Hambre, frío, sueño. Ganas de calentar la cama de un ángel con sexo. A eso se reduce todo. Lo que ves, lo que escuchas, de lo que hablas, por lo que ries, lo que esperas.
No puedo arrepentirme, maldito bastardo. Ni siquiera te quiero.
Por eso pienso emborracharme hasta perder el conocimiento. Nada de conocimiento, soy lerda.
Mediré mis palabras. Haz tú lo mismo. Te ayudo: gilipollas son diez letras.

lunes, 4 de enero de 2010

Columna de humo en el cenicero.
Un supiro y me desvío.
Jamás caeré.
Taquicardia y momentos soporíferos.
Cuatro risas en cinco minutos.
Me enciendo.
De tantas formas me miras.
Sigo desCONCERTada.
Estoy donde siempre.
No tengo una conversación decente.
Miente sin mente hasta que reviente.
Estoy demente.
Escondo la cabeza debajo de un ala.
Confundo la A con un uno y tantas cosas más.
Otra vez los colores.
Ya no me gustan las casualidades.
Ni mala suerte, ni malas rachas.
Lo que existen son las putadas.
Al menos advierto de mis artes.
Perder la dignidad por amor.
Arte y más arte.
Reparte.