miércoles, 30 de diciembre de 2009

Un nombre minúsculo y suburbial hubiera pasado desapercibido en el estruendo.
La explosión que provoca la misma canción todas las mañanas. Todas serían una sola. Esta mañana.
Tú también me provocas. Naúseas. Y no te lo tomes a broma. Las bromas se acaban cuando empieza el invierno. Mentiras.
Me retuerzo en la silla manchada de licores humanos. Manos. Avalanchas de extraños.
Suenan los gritos, golpes de bateria con un ritmo sistemático, impronunciable...incomprensible para quien no lee entre luces. Palabras epilépticas. Bailes tintados.
Maldita bomba. Se me sale por la boca. Incisivos clavándose en el cuello de quien puede respirar. Again, again. Again.
Descontrolo. Creces y desapareces. Pierdes y desmereces. me mareo. Mierda puta. Maldita verborrea. Me vuelvo completamente loca. Las manos me van solas. Como si me hubiera metido la más dura de todas las puras.
Esto es tuyo. Todo es tuyo. Cuánto quieres. Las preguntas se me vuelven retóricas cada vez que no consigo hacerlas.
Crece el odio. Irreplimible, constante. Nunca fue tan crudo. No fue así. Pensaba. Pensaba.
Ahora qué. Si me dejo llevar. De qué sirve. Me amareo. Joder.
Estoy jodidamente ida. Estoy metida en mi puta cabeza. Da vueltas. Mis dedos sólo han ido tan rápido un par de veces. Sonrío. Recuerdo que han sido bastantes más. Sonrío de nuevo.
Me ha costado darme cuenta. Esto no es lo mio. No puede ser.
Y he vuelto a perder el control. Again.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Luces de puticlub anuncian la Navidad.
Me autoregalo otra oportunidad.

Cambio de planes, adelanto a la siguiente pista.
Ritmos frenéticos acompañan a esta locura.

La ola polar quema mis ideas.
Me tiemblan las rodillas.

Hilo atascado en una aguja oxidada.
Inyectarse un día más.

Flores de plástico burlando a la muerte.
El tiempo no se nota donde no existe.

Carreteras secundarias al edén.
He venido para quedarme.

Ramas reflejándose en una mesa de jardín.
Hoy la luna me cabe en las manos.

Me salen las palabras a trompicones.
Borbotones. Moretones. Ilusiones.

martes, 8 de diciembre de 2009

Cruzo en rojo, me niego a esperar a que se abran las paredes.
Me cansé de este duermevela, de caminar sin rumbo, de mantener la velocidad.

Vertederos intrapersonales perdidos de la mano de quien que todo lo ve.
Piso los andenes mientras busco la salida más lejana a ti; a este paseo.

Chorros de agua fría colman el vaso, recorren mi espalda.
La fantasía y la realidad se unen para crear un horizonte infinito.

Los sueños siguen siendo sueños, existen aunque no los tenga.
Demasiado cansada para estar despierta, demasiado despierta para descansar.

Me marean las líneas del suelo, me ahoga el cielo si está cerrado para mi.
Ángeles pecaminosos, chaqueteros, desertores.

Me llevan, me voy.

martes, 1 de diciembre de 2009

Toc-toc. Me falta el aire en esta fosa.
Deja de intuir y comienza a preguntar.

Verdades que dejan de serlo cuando salen de mi boca.
Mentiras que dejan de serlo si te miro a los ojos.

Locura. Gritos silenciosos bajo el suelo.
Odio todas las canciones en las que apareces.

Siempre la palabra prohibida asustó a los demenos.
Nunca la palabra prohibida estuvo en mis planes.

Tic-tac. Se amontonan y se secan las ideas.
Lo cuento ahora que no tengo miedo a lo que digas.

Los muertos hablan por la certeza de un final.
Los vivos callan por la ilusión de un mañana.

Oscuridad. Fantasmas de nosotros mismos.
Me asusta el tiempo que pierdo vagando en la nada.

El miedo a ser olvidados nos empuja al rechazo de lo que deseamos.
El miedo a ser rechazados nos empuja a ser olvidados.

Grietas. Me quitaré toda esta mierda de encima.
Desenterramos nuestros miedos y escupimos.