Señales de humo.
Mil y una colillas en el suelo.
El corazón destrozado por efectos placebo.
Me prendo.
Cólera que no mata; engorda.
Alimenta el odio, la rabia y las ganas de perderme.
Suelta mi mano.
Sólo soporto a la ginebra.
Sé que ella mentirá a la mañana siguiente.
Arráncame la sonrisa.
Dolerán tanto tus manos en mi boca.
Sí, la incertidumbre acabó volviéndome loca.
martes, 2 de marzo de 2010
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