lunes, 26 de enero de 2009

Tengo un día de mierda.
De mierda en el amplio sentido de la palabra.

Para lo único que abres la boca es para joderme la vida; para regocijarte de mis problemas y para cubrirme con los tuyos.
No hace falta que defeques tus ideas sobre mi. Prefiero mis cagadas porque son mias, así que puedes irte.

Tampoco me hace falta que recuerdes todos mis errores, ya pienso demasiado sobre ellos y he llegado a la conclusión de que el perdón es sólo una palabra que me haría sentir mejor, pero que no arreglaría nada.
Si lo hiciera sería por ti, para que me dejes en paz. Porque hasta que no has vuelto, no me iba tan mal.

Me gustaría saber que clase de dependencia ejerces sobre mi, si es sólo masoquismo o caridad. O si, por el contrario, has conseguido que me trague inconscientemente uno de tus monólogos mientras creía pensar en cosas que merecían realmente la pena.

Podría gritarte esto y no volver a verte. Pero no es mi estilo. Además creo que no quiero hacerlo, no puedo.
Mejor optaré por lo de simpre, por oirte sin escuchar, y por mirarte viendo más allá. Como alguien que no ha tenido suerte en la vida y cree ser la voz de la experiencia.

Te compadezco, eso es todo.

jueves, 15 de enero de 2009

Llamamé incrédula o dime que he perdido la fé. Yo creo que jamás la tuve.
No me obligues a creer en cosas que no entiendo, ni me obligues a seguir ideas que me parecen absurdas.

Creo que tienes miedo.
Sabes que no necesito aferrarme a lo desconocido para darle sentido a la vida.
Puede que incluso me tengas envidia.

Para mi, la vida tiene sentido por sí misma, sin objetivos ni finales eternos.
Al fin y al cabo, no creo en la eternidad.

Mueren las flores, los sentimientos, las emociones, las personas...
Porque las personas también mueren.
Al menos, para mi, se mueren y punto.

No sé lo que son los pecados, ni entiendo que vivas cohibida por algo que no sabes si existe.
Por eso voy a aprovechar mi vida al máximo siendo fiel a mis principios. Tú puedes quedarte sentada.

Yo no voy a perder tiempo, porque mi vida no es eterna.
Y si tuvieras razón y lo fuera, lo que me espera después de abonar un ramito de margaritas, no es nada bueno.

Así que de momento voy a emborracharme, a fumar todo lo que me apetezca y quizá a conocer a una persona con la que disfrutar juntos de esta noche, puede que de la de mañana, y si tu Dios quiere, de lo que nos quede de vida.

lunes, 12 de enero de 2009

Dame un papel y un lápiz, y siéntate.
Hoy estoy inspirada. Llevo siglos sin escribir, pero hoy sí; sólo, si vuelves a ser el de antes.

Pasemos horas hablando de cine, música..., hazme fotos cuando no me dé cuenta, toca nuestra canción con la guitarra, pasemos una tarde entera en el sofá...
Recordemos tus sueños, o aún mejor, intenta recuperarlos.

Dejaste que la vida monótona que tanto odiabas se apoderase de ti. Pero tú eras diferente, o eso parecía.
¿Dónde están aquellas ilusiones? ¿Qué hay de tu prosa poética y de tu futura carrera musical?

Recuerdo como te brillaban los ojos cuando hablabas de esos proyectos, y lo serio que sonaba oirte decir que jamás serías uno más.
Te has hecho mayor. Correcto para la mayoría.

Me gustaste desde el principio; con la camiseta desgastada de tu grupo favorito, el cigarro entre los dedos y esas gafas de pasta que sólo te quedaban bien a ti.
Hace tiempo que dejaste de fumar, y sólo escuchas música en la radio del coche de camino al trabajo. Hace años que no tocas la guitarra.

Cuéntame cómo has llegado hasta aquí, y porqué me has arrastrado contigo. ¿O fui yo?
Da igual, escribo mañana.
Hoy seamos jóvenes de nuevo...o juguemos a serlo unas horas...que es domingo.


domingo, 11 de enero de 2009

Por cada mechón que cortabas, sentías como te ibas liberando de él; y así, de una parte de ti misma.

No estabas como para derrochar.
Todo lo que un día formaba parte de ti se había ido perdiendo: la alegría, la risa, las ganas de empezar de nuevo... Ese optimismo contagioso.

Decías que estabas vacia.
Era absurdo oirte decir que una persona lo era todo para ti.
Existías antes de estar con él y existes ahora. No busques excusas para no empezar de nuevo.
¿Qué queda de quién eras antes?

Todo, por malo que sea, va haciendo tu vida más llena.
Se va llenando con buenos y malos momentos, personas, recuerdos, despedidas.
No digas que estás vacia.

Sabes que no puedes ocultártelo durante más tiempo. Él no te quiso.
Te gustaría ignorarlo; pero eso, también es experiencia.

Sigue adelante.
Eres más sabia. Tu vida está un poco más llena.
Mírame

jueves, 8 de enero de 2009

Sedúceme.
Muéstrame un nuevo mundo.
Róbame el sueño.
Emocióname.
Haz que quiera volver a verte.
Créame adicción.
Hazme volar.
Déjame mirarte de principio a fin.
No me decepciones.
Haz que disfrute contigo.
Sorpréndeme.
Descúbreme cosas nuevas.
Hazme pensar.
Déjame meterme en ti.
Conviértete en algo imprescindible.
Sé un buen recuerdo.
Permíteme formar parte de ti.
Créame ilusiones que no me duelan mañana.
Deja que copie tus palabras.
Róbame el tiempo libre.
Acuéstate y levántate conmigo.
Hazme sentir.

Nada como la sensación después de haberse leído un buen libro.

martes, 6 de enero de 2009

Insomnio.
Asesino de sueños, pirómano de retinas.
Luces que parpadean lapidando las pestañas al amparo de la madrugada.

Carcelero de la noche, destructor del día.
Quiebras el ánimo y robas la hermosura refugiándote en el ocaso.

Silencio. Soledad.
Suspiros y cambios de postura,
seguidos por continuas miradas al tiempo que avanza rápidamente.

Pensamientos nocturnos que se mezclan y confunden con los sueños conscientes, que aún así son sueños. Los únicos que permites.

Buho a mi pesar. Criatura de la noche a la que no dejan volar.
Sé mis alas. Sé mi sueño.
Y jamás me desveles con tu ausencia.

domingo, 4 de enero de 2009

La vida no es más que un gran juego de construcciones.

Nos encanta empezar cosas nuevas, aunque muchas veces las derribemos antes de acabarlas.
Aunque iniciemos una nueva construcción con una gran ilusión, puede torcerse y acabar desmoronándose.
Otra veces hacemos obras aparentemente perfectas, admiradas por muchos, pero con el tiempo nos aburrimos de ellas y acabamos derribándolas para empezar de nuevo.

Cuando era pequeña recuerdo que me esforzaba mucho en hacer torres altísimas, que casi arañaran el cielo.
La verdad es que aún conservo esas inquietudes arquitectónicas. Ayudada por la imaginación, creo construcciones que en un principio, considero eternas.
Ya ves, yo hablando de eternidad.
Pero nadie puede desafiar ni a las leyes del tiempo, ni al espíritu destructor de algunos humanos.

La imaginación, aunque necesaria, nos suele llevar al equívoco, éste a la ilusión, y la ilusión a la ostia. Y luego, a volver a imaginar.
En mi caso, por muchas veces que realice ese camino, no me doy cuenta hasta que estoy en la ostia.

Quizá se deba al espíritu destructor del ser humano -en mi caso autodestructivo- o puede que sea porque como se suele decir el hombre es el único animal que tropieza dos (o más) veces con la misma piedra.

Yo prefiero atribuirlo a la imaginación, por sentirme un poco mejor conmigo misma.
Y sino, siempre me quedarán la pólvora y la dinamita.

sábado, 3 de enero de 2009

Hoy sólo soy hielo, cristal cortante en los ojos que ya no pueden llorar.
El cuerpo se quedó frío, muerto. El corazón dejó de bombear desde aquel fatídico día.
Pero no te culpo.

Tan sólo superé los 0ºC cuando me abrazabas, o cuando me abraza cualquiera con quien pueda imaginarte.
Estoy segura. Nací para amar. Para complacer. Para ti.

Dime tú el sentido que ahora tiene mi penosa vida. No te calles. Dilo. NADA.
Y sin embargo, no pierdo la esperanza de encontrar a otra persona. Me niego a mi misma que todo acabará contigo.
Motorizabas mi vida, pero no te culpo.

Las personas frías están mal vistas por la sociedad. Pero ya no puedo amar, ni siquiera recibir tan sólo un poco de amor, que al fin y al cabo es el sentido de mi vida.
No es tu responsabilidad. Y no te culpo.