martes, 3 de noviembre de 2009

Hombres verdes.
Llego a tiempo en este día de suerte.

Tic tac.
Unas horas y verte.

Mi casa para dos.
Recorreremos todos los rincones, cuadraremos las esquinas.

Tiramos y pasa la corriente.
Eléctrica, magnética.

Camisa de cuadros y la estación de la libélula.
Sintonizo y pasamos a los ochenta.

Una vez y dos más.
Primando más que las primarias.

Me olvido de la métrica.
En este mundo de locos mis órdenes son el (un) caos.

Volvernos animales.
Romper los relojes y hacer nuestro propio horario.

Sin rutina.
Lo que el cuerpo aguante mientras no nos soportamos.

Veinte pavos.
El precio de mi creatividad se marca en el estrecho.

No haré un final.
Sólo sería un bis de estrofas absurdas, metáforicas, solitarias.

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