lunes, 16 de noviembre de 2009

Ojo de azoteas, de pájaros que necesitan una parada para seguir su camino.
Mi mente vuela alto mientras me arrastro por el suelo.

Lunes de esperas, de cigarrillos en el rellano de tu escalera.
Donde estudio un idioma que aún no entiendo. El de los besos.

Robo tus sentimientos y los hago míos, robo todo aquello que no cabe en los bolsillos.
No hay sentimiento común. No creo en la palabra normalidad.

Las cosas no pierden su sentido porque nunca lo tuvieron.
Hago borrón y cuenta nueva. Contrarreloj empezando de cero.

Me entretengo en las callejuelas más oscuras, silenciosas, solitarias y después despierto.
A dónde voy si me pierdo en cada acorde de tu pecho.

Analizo sonrisas sin arrugas, no escucho...voy más allá y me enredo.
A los diez minutos soy la mitad de algo que está lejos.

Vuelvo a mi estado natural, a ser un buitre con los ojos aún más oscuros que el negro.
Acechando desde lo más alto. Allí donde empezaba esta entrada.

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