lunes, 7 de septiembre de 2009

Cubículos alineados en mi carrera por la vida.
Liberándome de hierros y ataduras,
como en cierta película que quiero olvidar.

Porque todo me recuerda a ti y a lo que fuímos.
Al todo y al nada.
A tu sol y mi sombra.

Vaivén en orillas de plata.
Sin rumbo más allá del horizonte,
en esta tierra de secano.

Acabar con los candados...
Comunismo de sentimientos,
a la hoguera con mis contradiciones.

Volverme loca.
Mis bolsillos llenos de arena me arrastran al suelo.
Los relojes oxidados, en sus horas se perdieron.

¿Para quién robé el tiempo?
Aquí sola, escribiendo,
renuevo la certeza de estar acompañada.

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